Los hermanos Urrunaga en Andorra (Foto: Difusión)
Los hermanos Urrunaga en Andorra (Foto: Difusión)

Para Héctor, Stephano e Italo, tres peruanos que pasaron por la y hoy juegan en Andorra, el fútbol es una herencia familiar. En el árbol genealógico de los Urrunaga, está escrito que su abuelo don Carlos defendió a Defensor Lima (entre 1964 y 1968), que fue campeón con Universitario de Deportes en 1971 y que emigró a Ecuador, Chile y España. Y que Héctor, su padre, también pisó una cancha con las camisetas de Sporting Cristal, Carlos Mannucci, Unión Minas y Deportivo Municipal.

Con todo ese ADN, era casi imposible que a los tres hermanos Urrunaga no les gustará el deporte rey. Todos pasaron por la Copa Perú. Héctor (25) defendió a Forza Azurra, un equipo de la familia Acuña que jugó en la Liga de Trujillo. Stephano (22) lo hizo en las filas de Juventud Grau de Paiján, una localidad a 63 kilómetros de la ‘Capital de la Eterna Primavera'. Italo, el último, lo hizo en Alianza Libertad.

Su presente es otro: viven en Andorra La Vella, una ciudad con un poco más de 25 mil habitantes y que es la capital de un país pequeño con solo 468 kilómetros cuadrados de superficie. En ese pequeño rincón ubicado en los Pirineos, entre España y Francia y que es cinco veces más chico que Lima, comparten casa.

Así comenzó todo

Stephano fue quien se encargó de abrir las puertas de Andorra hace tres años. Estos son los escudos que defendió: CF Atletic America, CE Jenlai, AC Penya Encarnada, FC Lusitanos y Atletic Club D’ Escaldes, donde esta temporada ha jugado en Primera.

“Estoy hace tres años en Andorra, al principio fue un poco difícil por el cambio muy drástico en el tipo de pensamiento y la comida, pero poco a poco me fui adaptando. Primero estuve jugando en la Segunda División y en esta temporada se me dio la oportunidad de jugar primera en el Atletic D’ Escaldes”, contó.

Luego llegó el turno de Héctor, el mayor, quien defendió al CE Jenlai, Lusitanos y acaba de ser campeón de la Segunda de Andorra con el Penya Encarnada, luego de ganar 2-1 a La Massana.

“Jugamos una final, la diferencia entre ambos equipos era de un punto. Un partido muy bueno, duro, friccionado, pero gracias a Dios la preparación hizo que sacáramos el partido adelante. Es una experiencia única, donde uno siente una sensación extraña, linda, hay muchas maneras de describirlo pero faltan palabras. Estar fuera y luchar por eso es algo único”, manifestó.

En el caso de Italo, durante el 2017, tuvo un paso por el Assyriska United de la Cuarta División de Suecia. Luego llegó a Andorra para defender al Lusitanos FC y Penya Encarnada. Este año había firmado por el Phom Phen de Camboya, sin embargo, su contrato no prosperó. “Se anuló por lo que estamos pasando (Coronavirus)”, nos dijo. Eso sí, su padre Héctor Urrunaga (quien es el representante de los tres hermanos) ya le consiguió equipo y en la próxima temporada volverá al Penya.

Sueños e ídolos

Los tres, como lo manda la regla en la familia desde hace muchas décadas, tienen mucha ilusión y sueños. A Héctor, por ejemplo, le gustaría estar en uno de los dos torneos más importantes de Europa: “Me propuse venir y dar lo mejor de mí. Aparte hay esa gran motivación de clasificar a fases de Europa League y Champions”.

Por su parte, Stephano, como todos, tiene jugadores que sigue con el mismo entusiasmo de un fan: Messi y Lorenzo Insigne. Mientras que Italo sigue de cerca al ‘Pistolero’ Luis Súarez, sobre todo porque como él, también salió muy joven de su país.

La pandemia de coronavirus también los afectó y estuvieron dos meses y medio en aislamiento. Eso sí, el virus no golpeó tanto como acá . Así los hermanos Urrunaga volvieron a las canchas, ese lugar que sin importar bajo qué cielo estén, nunca los hará sentir tan lejos de casa. Nacieron para eso.

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