En la imagen de perfil de WhatsApp de Gustavo Dulanto no figura su histórica celebración con el Sheriff Tiraspol ante Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu o algún retrato de un balón dividido ante Karim Benzema. En el contacto de teléfono, así como en su corazón, aparece junto a Rafaella, su hija de seis años y quien su mejor “medicina” durante el calvario que le tocó sufrir en su etapa en Riga FC. Se rompió los ligamentos cruzados y lo que vino después -un edema óseo, pagos que no se dieron y un hostigamiento laboral- lo hicieron más fuerte. Hoy luce otro semblante y está listo para volver a los terrenos de juego. Ojo, no cierra la posibilidad de volver a la Liga 1 Te Apuesto. Aquí su palabra sobre su futuro, el amor por Universitario y la llegada de Paolo Guerrero a la César Vallejo.
¿Cómo te encuentras de salud, ya que hace poco superaste una lesión grave (rotura de ligamentos cruzados)?
Con otro semblante, mejor. La vida es así, a veces uno está arriba, otras abajo, pero siempre con la cabeza erguida, dándole adelante, es el lema. Yo siempre voy al frente, la lesión fue dura, no se lo deseo a nadie. Ninguna persona merece ser maltratada en su centro de trabajo, pero ya está. Ahora estoy recuperado, entrenando y disfrutando del fútbol que desde chico siempre ha sido mi pasión.
Jugaste Champions League con Sheriff Tiraspol, le ganaste al Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu. Es decir, llegaste con gran cartel al Riga FC. ¿Qué pasó tras la lesión?
Llegué como estrella, pero duró un poco. Yo firmó un jueves 15 de junio (2022), recuerdo que era cumpleaños de mi suegro que en paz descanse, y me hicieron jugar domingo, no sabía ni los nombres de mis compañeros. Para el futbolista, lo más difícil es llegar a un equipo y jugar de una, pero yo no había hecho ni pretemporada. Mi intención era salir del Sheriff, pues había cumplido un ciclo, también había logrado los objetivos trazados, y cuando me vendieron (Riga FC) todo era bonito al principio, pero cuando me rompo cambió todo. Pagos atrasados, me mandaron a otro país a recuperarme (Eslovenia). Era mi segunda lesión profesionalmente, antes de debutar en la ‘U’ había sufrido la rotura del quinto metatarsiano, y ahora esto de la rodilla. En casi nueve años de carrera profesional no tuve ningún esguince ni desgarro, nada, obviamente me sorprendió todo. Cuando me rompí empezó el calvario, pude pelear para venir al Perú, no me querían dar mis vacaciones, querían que me quede hasta el 20 de diciembre en Eslovenia. Hablé con la gente del club, y les dije que quería venir al Perú para ver a mi familia. Había estado dos meses solo en Eslovenia, pero quiero dejar en claro que la operación fue muy buena como me comentó el doctor Julio Segura de la selección.
¿Cómo fue la recuperación?
Muy mala, agresiva. Tanto así que me generó un edema óseo (sangre en los huesos), y eso hacía que el hueso se vaya descalcificando, me pude romper otra cosa por la ineptitud de esta gente de oficio del club. Me mandaron al campo sin haber hecho un reacondicionamiento. Mayormente cuando tienes un desgarro te mandan una a dos semanas, pero a mí cinco días post cirugía de ligamentos cruzados. Eso ao ntes nlo había visto, pero mis ganas de volver hacían que yo no me queje, aunque el dolor siempre estuvo ahí. Yo avisé, pero me decían que era normal. Yo sé que el deportista siempre juega con algún dolor, pero son manejables, el dolor que yo tenía no lo era. No me dejaba ni caminar bien. Recién comencé a caminar bien a los once meses cuando llegué a Perú. Bueno, el tercer mes me puse muy bien, caminaba bien, pero me apuraron y el músculo de la rodilla no dio. Por eso se generó el edema óseo, por un tratamiento muy agresivo. Me insistían en doblar la pierna, pero no podía doblarla por más de noventa grados. Me decían que era normal. Como le dije a mi familia, lamentablemente el tiempo me dio la razón. Se lo dije también a su representante, avisé, me están trabajando mal.
¿Cómo te diste cuenta que tenías un edema óseo?
Fue cuando yo mismo me hice una resonancia. No fue porque el club me haya mandado hacer la resonancia. Hablé con el fisioterapeuta, me dijo que no haga trabajo de campo porque si continuaba teniendo impacto se iba a generar más sangre. ¿Qué hizo esta gente (Riga)? Llego al día siguiente a entrenar, y me mandaron al campo. No dije nada, pero en el calentamiento no podría entrenar, me dolía mucho, entonces, me salí. Cuando me hice el edema óseo, me fui a Barcelona. Contraté un fisioterapeuta de allá, me dijo que era imposible que vaya al campo. Me hicieron masajes, y después me informan del club (Riga) que iba a entrenar por separado, que no me podía presentar cuando el primer equipo estaba en el club. Me estaban dejando de lado, eso fue en junio, y me dejaron de lado hasta el 7 de agosto.
En el aniversario de Universitario, un día feliz, me mandan una carta diciéndome que yo no me había presentado a entrenar. Entonces, lo tomé con malestar, pues eso era totalmente una mentira. Yo sabía muy bien que no podía dejar de entrenar, ya que me podían denunciar por abandono de trabajo. Ahí comenzaron las cartas, y me atacaban por todos lados, no recibía tratamiento. Yo me quejaba con el club, con el doctor encargado, y con mi exrepresentante, pero al final nunca se solucionó nada. Solo cuando mi exrepresentante viajó a Letonia a verme, le dije que iba a rescindir contrato, pero me dijo que iba a buscar una solución. Logré salir del club porque yo rescindí cincuenta por ciento de mi salario, y eso que yo no estaba al día, estaba dos meses bajo. Me cortaron el cincuenta de mi salario por venir acá a Perú. Nunca antes visto.
¿Cómo seguiste tu tratamiento en Perú?
Acá todo comenzó a cambiar. Tengo que agradecer a John Vásquez, el jefe de los fisioterapeutas de la selección peruana, ya que con él comencé a trabajar en la Videna hasta enero. Yo veía muy lejano volver a caminar, pero felizmente todo cambió. Desde octubre (2023) ya tenía la cabeza en rescindir, uno no puede estar en un lugar donde no eres feliz. Además, no recibía mi salario. Todo cambió cuando mandé una carta a través de la Agremiación de Futbolistas pidiéndome que se pongan al día con mi salario. Yo me presenté en la pretemporada de Dubái, y pasó lo mismo, me mandaron un plan de trabajo de tres meses al día, y me presenté, pero estaba solo, ojo que había tres fisioterapeutas, y el doctor, pero estaba solo en el gimnasio. Yo seguía con el plan de John Vásquez, tenía que aprovechar el tiempo. Me las buscaba solo para darle vuelta a todo esto, pero lamentablemente uno no puede solo. Necesitaba masajes, máquinas, que también alquilé, un magneto, pero eso fue mi calvario en Riga. No le guardo rencor a nadie, Dios sabe porqué hace las cosas. Ahora, yo estoy feliz, sin equipo, pero feliz.
¿Costeaste tu propia rehabilitación?
Sí, y teniendo equipo. Mayormente los top tienen su fisioterapeuta de cabecera. Christian Cueva tenía a su preparador físico, lo llevó a Arabia Saudita, pero yo no tenía el salario de él. Prefiero no acordarme lo que gasté, fue un montón de dinero, mi hermano lo comentó (Instagram). Fueron más de quince mil euros, pero eso lo veo como inversión. Ahora a esperar una nueva oferta y de nuevo al ruedo, que la plata se hace. Yo estando bien como estoy, jugando voy a duplicar eso.
Actualmente estás sano y apto, entrenándote hasta esperar una propuesta laboral concreta...
Sí, estoy entrenando con un preparador físico y un fisioterapeuta para seguir el plan de trabajo que tengo. Estoy contento por las sensaciones de volver a estar sin dolor. Como hablo con mi familia, ya esperé tanto que no me quiero apresurar a tomar una decisión. Gracias a Dios hay ofertas. Voy a ser prudente con eso, no me voy apurar para tomar una decisión. Sí estoy desesperado por jugar, pero ya esperé, puedo hacerlo un poco más.
Hay posibilidad de regresar a Universitario o a otro club de la Liga 1 Te Apuesto...
No le cierro las puertas al fútbol peruano. Ha crecido bastante, la gente cada vez más va a los estadios y no solo lo digo por los grandes de Lima, sino en provincia, y eso también hace que uno la piense. Jugar a estadio lleno es bonito, y veo que las instituciones están más serias, la ‘U’, Alianza, Cristal, Boys, están más a nivel europeo y eso llama la atención, pero mi idea es seguir en el exterior. He recibido ofertas que he rechazado, necesitaba recargarme en Perú con mi familia, así que estoy tranquilo porque voy a tomar una buena decisión más adelante.
Hace poco te vimos yendo a alentar a Universitario y en tribuna norte. ¿Qué te genera volver al Monumental como hincha?
Un par de veces de chico he ido a norte, mis amigos saben muy bien. Mi mamá siempre no ha querido que me exponga, pero soy hincha de la ‘U’. Me nace ir a norte, no lo hago por vende humo. Me nace subir videos con la ‘U’, sino fuera conocido pararía ahí. Mi hija también ha sacado la misma locura que yo, y eso que me inicié en Sporting Cristal, le guardo cariño, pues me formó como persona desde los cinco años. La San Martín también, soy agradecido con ellos, pero mi corazón siempre fue crema, y no por mi viejo. A mí me siempre me enamoró la gente de la ‘U’. Una de las características fue esa, no darse por vencido y pinta de cuerpo entero a un hincha como yo.
Si bien la prioridad es seguir jugando en el exterior, si hay una comunicación formal de Universitario siempre mueve el corazón...
Sí, obvio. Mi hija siempre me lo pide. El año pasado que fuimos a la Noche Crema, mi hija me ha pedido volver a Universitario, pero le digo que no depende de mí, por mí yo firmaría toda una vida entera, pero vamos a ver qué pasa, le comento. La ‘U’ siempre será una de mis prioridades, para mí siempre será el más grande del Perú.
La familia siempre fue tu motor y motivo, veía que tu mamá viajó a Letonia para hacerte compañía...
Soy una persona que tengo un círculo muy cerrado. Los amigos son contados con los dedos de la mano. Llevé a mi mamá a Letonia, necesitaba su abrazo. Ella no sabía nada, pero sí vivía en carne propia lo que pasaba, me decía porque no le decía nada. Tenía el soporte de mi papá, hermana, esposa e hija. Hasta con una pierna seguía entrenando, tenía unas ganas que mi hija me vuelva a ver en un campo de juego. Ella tiene seis años, este mes cumple siete, pero se da cuenta de muchas cosas. Se le hace raro hasta verme en casa. No hay concentración, no hay viajes, y eso es algo que le prometí, voy a volver a jugar. Mi hija y mi mamá se pelean por ser el hincha número uno de Gustavo Dulanto, pero soy un afortunado de tener un buen soporte en casa. Mi papá que siempre está con sus consejos, mi hermana. Le conté la historia y me dijo por qué no denuncié al club. Tengo argumentos de sobra, pero he pensado en guardar para cerrar ese capítulo, pero quién sabe. Ellos me retuvieron mi etapa de fútbol. Esta lesión no duraba tanto. Agradezco a Dios por la familia que me ha dado, soy un afortunado.
¿Qué te pareció el debut de Paolo Guerrero en el fútbol peruano?
Esa calidad terrible. Todos sabemos lo que ha hecho en la selección y a nivel de clubes, así que es espectacular. Como defensa, me gustaría marcar a Paolo. Con Corinthians ganó la final de clubes, es darle calidad al fútbol peruano. Bien por la César Vallejo al traer un jugador de esa clase. Le costó solo tres minutos para marcar en el fútbol peruano. Se le desea lo mejor al capitán de la selección.
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Periodista deportivo con más de quince años de actividad. Investigación, plataformas digitales, medios televisivos, radiales y redes sociales. Especialidad en entrevistas y coberturas de campo.