Una hazaña, según la RAE, es una acción o hecho ilustre heroico . Son pocos los momentos de la Selección Peruana que escriben el significado de esta palabra, pero el 17 de mayo de 1959 la bicolor contradijo al diccionario. Goleó categóricamente por 4-1 a Inglaterra, el conjunto de fútbol más respetado de la época. Juan Seminario vivió una tarde soñada al anotar tres goles. ¿Goles? Golazos.
Los inventores del fútbol pisan Lima
La selección de Inglaterra pisó una cancha de fútbol por primera vez en 1872, 55 años antes que la Selección Peruana. El privilegio de ser los inventores del fútbol les hizo ganar respeto ante todo el mundo. Para demostrar su poderío más allá de sus territorios, los británicos cruzaron el charco para hacer una gira por todo el continente americano.
La gira no empezó bien. Brasil, vigente campeón del mundo, le ganó 2-0 a Inglaterra, el 12 de mayo. Cinco días después, el conjunto inglés llegó a Lima para enfrentar a una Selección Peruana, ausente en Mundiales desde 1930 y con pocos buenos resultados. Bobby Charlton y Billy Wright eran las grandes figuras del plantel, que en nuestra capital asistió al cine y al Country Club.
Una tarde mágica
La expectativa de ver a los inventores de fútbol se vio reflejada en las tribunas del estadio Nacional. Ese 17 de mayo de 1959, las cuatro tribunas estaban pobladas con 50,306 personas, récord de asistencia en la época. La Selección Peruana salía a la cancha con un once renovado con muchos futbolistas jóvenes, sosteniendo la bandera inglesa.
Inglaterra devolvió el gesto portando la bandera de Perú. Los ingleses vestían camiseta roja, la misma con la que ganaron el Mundial 1966, pese a que estaba prácticamente acordado que la Selección Peruana jugaría con la alterna. Pese a que el contraste entre ambas selecciones era notorio en la previa, todo cambió al pitazo inicial.
Perú jugó 90 minutos inolvidables y goleó por 4-1 a los inventores del balompié. Juan Seminario anotó tres goles, todos de gran factura, y se volvió en el héroe de una tarde inolvidable para el fútbol peruano. Juan Joya, quien por una prohibición de la FIFA no jugó por Uruguay en las Eliminatorias 1966, marcó el gol restante. Pero la figura de la cancha fue Miguel Loayza. Ninguno pasaba los 22 años.
Este resultado fue la cereza en la torta a una decente temporada 1959 para los dirigidos por el húngaro György Orth. La Selección Peruana también derrotó 5-3 a Uruguay, y empató 2-2 ante Brasil, campeona del mundo y con Pelé, pese a estar 2-0 abajo. Lastimosamente, los cracks se fueron a jugar al exterior y nunca más los volvieron a convocar. Perú no clasificó al Mundial de 1962 de manera increíble.