Hace un año, cuando Perú miraba desde abajo a los que parecían clasificados, César Menotti era de los pocos personajes críticos y expertos en el fútbol que estaba convencido de financiar un boleto a Rusia para los de Ricardo Gareca. Y, hoy, el campeón del mundo en Argentina 78 sube al avión al ‘Tigre’ y lo coloca como piloto para dirigir un sueño que el país entero esperó hace más de 30 años.
Para el excampeón con Barcelona, Perú y Argentina se juegan el cuarto y quinto puesto de la Eliminatoria, este 5 octubre en La Bombonera, un estadio en el que no correrán buenos aires para los 500 hinchas que están dispuestos a hinchar en medio del temblor que ocasionan los gritos y saltos de los ‘gauchos’. Aquí la palabra de ‘Don’ César.
¿En Argentina de verdad le temen al buen momento de Perú?
No es temor. En una Eliminatoria, hay preocupación, porque se viene un equipo que juega muy bien al fútbol. Además, hay un antecedente histórico que los argentinos respetamos mucho. Y fue cuando su país nos dejó sin Mundial. Para mí, en este partido se define el cuarto y quinto lugar, porque ambos irán al Mundial. No creo que en el repechaje gane, por ejemplo, Nueva Zelanda. Ellos no tienen posibilidad ante los equipos sudamericanos.
Se ha creado un mito alrededor de la elección del estadio. ¿Este cambio puede dañar emocionalmente a los de Sampaoli?
Nunca entendí los motivos de este cambio forzado. Si bien es cierto, el estadio de Boca Juniors es muy especial y pesado. Si uno está jugando bien, la afición ayuda mucho. Pero si no estás en un buen día, te pifian y te complican. Sin embargo, nadie se ha dado cuenta que Gareca conoce muy bien La Bombonera, lo cual es importante en la charla.
Parece que el hincha no será bien recibido en Buenos Aires
En La Bombonera no van a recibir bien ni al peruano, ni a nadie. Es un ambiente hostil.
“Que muera con las botas puestas”, fue el mensaje que le dejó a Gareca en la última entrevista con Depor. ¿Parece que lo escuchó?
[Risas] Es parte de la filosofía, del convencimiento. Yo siempre lo dije, nunca debieron darse por muertos, porque las Eliminatorias son muy engañosas. Además, siempre intentaron jugar de la misma manera y pocos logran consolidar eso. Ahora, el resultado es que, para mí, están en el Mundial.
Y esta vez, ¿tiene otro mensaje que dejarle al profesor?
[Risas] Ninguno, porque yo, como argentino, quiero que gane mi selección, pero con dignidad, porque juega mejor y representa nuestra historia. Solo quiero que sepa que lo quiero mucho y también por la relación estrecha que tengo con el país de Chabuca Granda.
Si Perú gana, ¿en Argentina, Gareca sería catalogado como persona no grata en su país?
No, para nada. Eso es para los imbéciles. Hay que ser muy tarado, porque Gareca tiene un compromiso con sus futbolistas, no con nuestra patria. No se está peleando la frontera. Es un idiota el que piense que Gareca hará que Perú pierda por ese motivo. Por ejemplo, Sampaoli, siendo argentino, nos dejó sin la Copa América (2015), y no lo acusan de traidor. Si Argentina pierde, será culpa nuestra, no de Ricardo, porque a estas alturas deberíamos estar clasificados. Cambiamos entrenador cada tres días.
¿La hoja de vida de Gareca le alcanza para dirigir en un futuro a Argentina?
Por supuesto que le alcanza. Viene de dirigir a muchos clubes a nivel de Sudamérica y la campaña que está haciendo con Perú es fantástica. Es un excelente entrenador, una buena persona y es joven. Todo esto le sirve para dirigir en algún futuro a Argentina o en Europa. Pero estoy seguro de que continuará muchos años más en Perú. Sería un error dejarlo ir.
¿Cuánto puede cambiar un país nostálgico con una clasificación al Mundial, después de más de 30 años?
Es aquí cuando los jóvenes quieren ser futbolistas profesionales, cuando todos piensan que los sueños se cumplen. Es lindo, pero no se debe hacer un drama, si no se clasifica. Porque Perú sigue produciendo jugadores muy buenos.
¿Cómo se puede sostener el buen momento de Perú a lo largo de los años?
En algún momento quisieron renunciar a sus raíces. Si no se recupera su identidad y lo quieren convertir en un equipo italiano del 40, es más difícil. Perú tiene un estilo, y hay que respetarlo.