La Selección Peruana enfrentará a Uruguay este 24 de marzo en el Estadio Centenario de Montevideo y una de las voces autorizadas para analizar ese duelo es Fabián Carini, quien jugó el Mundial Corea y Japón 2002 con su país. El exarquero charrúa sabe que el partido será importante; pero también se animó a dar un resultado alentador para la bicolor. “Deseo que gane mi país, pero me gustaría que Perú vuelva a jugar otro Mundial. Se merece otra revancha”, le dijo a Depor.
El ‘Facha’, como lo apodaron en su etapa como futbolista, empezó su romance con los guantes y el arco a los siete años. Se divertía en canchas de tierra, en el club Nuevo Amanecer, de barrio, que participaba en la liga uruguaya Baby Fútbol, y le cambió el destino. “Un día faltaba un arquero, así que me mandaron al arco. Sin querer, empecé a atajar por diversión. Cuando me hacían goles, me ponía a llorar”, recordó Carini, quien también fue compañero de Gianluigi Buffon en Juventus (2000-2002).
¿Cumpliste tus expectativas como futbolista?
Sí, cumplí el sueño de defender a mi selección. De jugar en Peñarol, uno de los equipos del que soy hincha. Después, jamás imaginé jugar en Europa por más de diez años. Es un extra, pues de chico solo quería pasarla bien. Con el pasar de años, busqué ser profesional. El puesto de arquero es espectacular, pero cada año buscan una nueva dificultad. Ya sea la velocidad de la pelota, el reglamento. Hasta querían agrandar los arcos. El fútbol me permitió conocer desde los 14 años todo el mundo, diversas culturas, tener amigos. Fue una experiencia maravillosa. Por suerte, mi intención era jugar hasta los 35 años, pero jugué hasta los 37, y estoy muy contento por lo que me tocó vivir.
Desde juvenil enfrentaste a la Selección Peruana...
Sí, el primer torneo que jugué fue un Sub-17 en Lima, en el año 1995. Tengo lindos recuerdos, pues fue mi primera experiencia vistiendo los colores de mi selección en Perú. Tengo un cariño muy especial, también estaba Julio César Balerio. Perú es una de esas selecciones que si le das la pelota y te descuidas, te pinta la cara en cualquier momento. De esa generación, enfrenté a Claudio Pizarro en la Sub-20. Siempre fueron partidos muy difíciles.
Carini alerta sobre Lapadula y Gallese
El jueves 24 de marzo, en el Centenario, se jugará el Uruguay-Perú. ¿Cómo visualizas este encuentro?
Este partido puede cambiar muchas cosas, el futuro de las selección, del entrenador, futbolista. Será complicado, ya que Perú tiene una buena selección, tienen un entrenador que lleva buen tiempo trabajando. Está acostumbrado a lidiar con este tipo de emociones, situaciones. Yo pensé que Tabárez iba a seguir después del Mundial, pero tomaron esa decisión. Ahora que vino Diego Alonso, que lo conozco, es una persona muy preparada, estudiosa, y sorteó dos partidos difíciles ante Paraguay y Venezuela. Ganar les ha dado confianza, pero está por jugarse un partido especial, con Perú, en el Centenario.
¿Qué te pareció la salida del ‘Maestro’ Tabárez y la incorporación de Diego Alonso?
Hubiese querido que el ciclo del ‘Maestro’ termine de otra forma. Fueron muchos años, hizo las cosas bien, pero los resultados mandan. Yo pensé que se iba a quedar como coordinador general, pero me dijeron que no quería dirigir. Ya veremos en el futuro. Ahora no se le ha escuchado en ningún lado, no ha dado entrevistas.
¿Qué concepto futbolístico tienes de Pedro Gallese?
No es fácil mantenerse tantos años en la selección. Lo he visto en Copa América, en Eliminatorias, es un arquero que da garantías. Cuando me preguntan por los arqueros sudamericanos, siempre digo que tenemos buenos porteros, de exportación. En mi época era muy difícil ir a Europa. Hoy en día, el mercado está más abierto. Gallese es un arquero de experiencia, conoce el puesto, conoce jugar en presión.
¿Qué otro jugador te llamó la atención de la Selección Peruana?
Gianluca Lapadula. Me parece un delantero interesante, lo vi en la Copa América 2021. Es un jugador con experiencia, el jugar en Europa te da otro roce, otra maña. Es uno de esos jugadores que uno no se puede descuidar, siempre está esperando su oportunidad. Son de esos jugadores que uno siempre quiere en su equipo. No baja la cabeza, siempre motiva a sus compañeros, es un jugador de experiencia. Me parece que Uruguay debe estar muy concentrado por él, pero también de todo el equipo. Una individualidad sí te puede ganar, pero el colectivo te puede llevar adelante. Perú tiene muchas armas, tiene una gran selección.
¿Qué te pareció que la Asociación Uruguaya de Fútbol haya puesto a 300 dólares el precio de las entradas para los hinchas peruanos?
Me pareció exagerado, son 300 dólares. No soy dirigente, pero a mí me parece un disparate. Obviamente, tendría que ver para qué fue. Me parece que el precio está fuera de lugar. Además, el estadio estará lleno y se escuchará más el aliento uruguayo.
Pudo llegar a Sporting Cristal
¿Cómo fue la experiencia de compartir guantes con Gianluigi Buffon en Juventus?
Me tocó llegar a Juventus con 21 años. Ahí llegó Buffon, que lo compraron del Parma, como en 40 millones de dólares. Impresionante. Y también era lo que atajaba, un fuera de serie. Espectacular. Siempre estuvo dispuesto para colaborar. Hasta el día de hoy tengo su teléfono, intercambiamos mensajes. Ahora está en Parma, donde desea volver a Primera División, el club donde empezó. Si hay una lista top de los diez históricos del mundo, Buffon está ahí. Es uno de los mejores en el puesto.
¿En algún momento, cuando volviste a Sudamérica, tuviste oportunidad de jugar en el fútbol peruano?
Yo llegué a Peñarol con 31 años, luego con 33 me fui a Deportivo Quito, experiencia divina, me hubiese quedado, pero no sucedió por temas de pagos. Después, me vine para Juventud Las Piedras; y en el último año me habían llegado ofertas del fútbol peruano a través de representantes, intermediarios, pero yo ya sufría de problemas en la espalda. Hubiese sido una falta de respeto jugar en Perú con la lesión en la espalda. Con 35 a 36 años, tenía conversaciones por Sporting Cristal y UTC de Cajamarca, pero estaba con mi tema de la espalda. Ya era mi última etapa.
¿Cómo era la convivencia en la Juventus de Zidane, Nedved, Del Piero, Buffon...?
Eran jugadores de mucha experiencia. Estaban también Paolo Montero, Edgar Davis, Filippo Inzaghi. Si bien me tocaba jugar poco, un partido de Copa Italia o Champions, tenía mi mente en entrenar. Además, sabía que cada dos veces al mes jugaba Eliminatorias, así que tenía que entrenar. Después le pedía a Zidane, Trezeguet, Inzaghi que se queden a patear. Era la única forma de suplir el ritmo de competencia. Esos monstruos. Hacer definición. Aprovechar la oportunidad de mantenerme. Después esa Eliminatoria que nos llevó al Mundial Corea y Japón 2002, tuve el arco menos vencido.
¿Las mejores anécdotas en vestuarios?
Mis amigos me preguntaban cómo eran Zidane, Del Piero, Nedved, y yo les decía que eran personas extraordinarias, futbolistas humildes. No ponían caras feas. Para mí fue espectacular. Hasta ahora tengo relación con ellos.
¿De chico vendías ataúdes?
Sí, [el pago de] la escuela se me cruzó con los entrenamientos de la Sub-15 y Sub-17, y decidí -de alguna forma- trabajar en una fábrica de ataúdes, que estaba al lado de mi casa. Hacía seis horas. Estuve seis a ocho meses, pero era la forma que tenía para apoyar a la familia. Cuando me retiré, de las prácticas a mi casa, analizaba toda mi trayectoria como futbolista. Experiencia divina, que fue parte de mi vida.
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