Jorge Fossati es el entrenador elegido por la FPF para ser el reemplazo de Juan Reynoso y la gran apuesta para revivir a una selección peruana que, de momento, pasa por una crisis de resultado, de juego y de imagen que lo ubica en el último lugar de la tabla de posiciones. En ese sentido, el estratega uruguayo es consciente de que el entrenador que decida asumir ese reto tendrá mucho por trabajar y resolver al frente de un equipo que parece haber perdido el funcionamiento. Si ya se oficializó la salida de Reynoso, solo es cuestión de tiempo para que Fossati sea anunciado. Por tanto, cabe destacar a qué asuntos urgentes se enfrentaría el uruguayo apenas pise la Videna.
Idea de juego
Lo primordial en la selección peruana es que Fossati sepa analizar los recursos con los que cuenta y a partir de ahí establecer qué idea de juego puede desarrollar de aquí en más. Tal como lo hizo en su llegada a Universitario, cambiando a la línea de tres desde el primer partido, uno de sus trabajos iniciales sería estudiar a profundidad las características y actualidad de cada jugador, así como los últimos partidos de la ‘blanquirroja’, para ir esbozando qué tipo de equipo se quiere y, a partir de ahí, trabajar.
Como es sabido, Fossati suele ser un entrenador que habla mucho con sus jugadores y, en este punto, será importante que en las visitas que llegue a hacer a los seleccionados tanto nacionales como internacionales, convencerlos en que confíen en la idea de juego que él les puede plantear y cómo va a llevar el proceso. Como ocurrió con Ricardo Gareca en los procesos anteriores, el jugador deberá desarrollar un vínculo fraterno y de convicción con el entrenador que sirva de aquí en más. Para esto, Fossati, cuya experiencia es amplia, deberá indicar qué quiere de cada jugador e, incluso antes de iniciar los trabajos físicos, ir conociéndolos personalmente y saber de su actualidad.
Repotenciar jugadores
Ligado al último punto, Fossati con una idea clara de qué clase de equipo quiere que sea la selección peruana, sabrá también cuáles deberían ser los jugadores que deben volver al nivel anterior o, en caso de ser más jóvenes, alcanzarlo. Esta es, sin duda alguna, uno de los pendientes más grandes considerando que muchos jugadores que en los procesos anteriores fueron clave se han mostrado con un desempeño bajo en estas Eliminatorias.
Pero, a la par de poder rescatar a las promesas ya conocidas, el trabajo con los más jóvenes será determinante considerando que el cambio generacional es inminente y que no se puede seguir dependiendo de futbolistas cuyos mejores ciclos con la ‘blanquirroja’ se dieron en procesos anteriores. Tal como lo hizo con Piero Quispe en Universitario de Deportes, Fossati deberá echarse a la búsqueda de los nombres que vienen recién entrando al mundo de la selección, como Joao Grimaldo, Franco Zanelatto, Oliver Sonne o Jairo Concha, y trabajar para que encuentren su mejor versión. Asimismo, también poder hallar otros nuevos valores en el fútbol local para que entren en su universo de jugadores. En este punto, deberá servir su conocimiento de la liga peruana como vigente campeón del torneo.
Conexión con el hincha
Otro de los puntos a resolver con la actual selección peruana es recuperar la conexión que se tiene con el hincha y que, en el pasado reciente, parece haberse perdido en gran medida. Al respecto, en caso de ser elegido como entrenador de la selección peruana, seguramente sería oficializado en conferencia de prensa y deberá ser claro y convincente en sus declaraciones con la idea de hacer llegar un buen mensaje al hincha peruano.
Tal como lo hizo con el hincha de Universitario, Fossati suele dirigirse a los aficionados como un motor importante de todo equipo y, sin duda alguna, la ‘blanquirroja’ no sería la excepción. En tal punto, empatizar con aquellos seguidores hoy se muestran escépticos será vital para generar un mejor clima que el que se tiene actualmente.
La oportunidad clave
Para todo esto, Fossati tendrá como ventaja que se asoma una Copa América en julio del año 2024 para poner a prueba los puntos a resolver. Ya sea encontrar o empezar a moldear una idea de juego establecida en el equipo y empezar a trabajar en ello, así como establecer contacto con los jugadores y empezar a conversar con ellos individualmente.
El punto de repotenciar a los jugadores también será importante en un torneo como la Copa América, en el que se tiene un tiempo prolongado de convivencia para que el entrenador pueda trabajar mucho más cerca con sus seleccionados y poner a prueba lo que viene trabajando. De esta manera, en caso lo hecho sea positivo, llegará más afianzado a las Eliminatorias de setiembre.
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