Nolberto Solano era un jugador inteligente, creativo, de buen pie, capaz de cambiar el rumbo de un partido gracias a sus exquisitos tiros libres o milimétricos pases largos. Fueron esas cualidades, de hecho, las que lo llevaron a jugar en Boca Juniors y luego dar el gran salto a la Premier League, en donde su educada pierna derecha continuó dando clases.
Cada futbolista, así como ‘Ñol’, posee ciertas fortalezas que debe explotar al máximo. Unos se caracterizan por su potencia, otros por su visión de juego y un grupo reducido, como es el caso de Kevin Quevedo, deslumbran por su habilidad.
Si algo ha demostrado el extremo desde el año 2016 (año en el que debutó en Primera), es que difícilmente puedas detenerlo en el ‘mano a mano’. Casi todos los laterales de la Liga 1 ya lo sufrieron. Ahora, Nolberto Solano, su técnico en la Selección Peruana Sub 23, espera que siga demostrando todo su talento con la ‘mica’ blanquirroja.
Pero Kevin Quevedo no es pura ‘finta’: el aliancista, de 22 años, también saca provecho de su velocidad. Y, de estar ‘enchufado’, podría ser un dolor de cabeza para uruguayos, jamaiquinos y hondureños, nuestros rivales en fase de grupos de los Panamericanos 2019.
Sus tres puntos claves
1. Uno contra uno. Su mayor virtud, sin lugar a duda. Cuando recibe en la derecha, Quevedo siempre apuesta por los duelos individuales contra su marcador. Suele salir victorioso.
2. Velocidad. No todo es habilidad: Kevin Quevedo complementa todo su juego con velocidad. En este aspecto, su tranco largo lo hace tener ventaja frente a los defensas rivales.
3. Experiencia. Esta siempre es importante en torneos internacionales. Kevin goza, pese a sus 22 años, de 89 partidos y 20 goles en Primera.
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