La primera vez que un Mundial de fútbol fue transmitido por televisión fue en Suiza 1954. Hasta ese entonces, la única forma de ver un partido de fútbol era en el estadio, con una visión amplia del campo de juego. Este detalle se nota al leer un texto de algún partido de hace 50 años para atrás: las jugadas e incidencias están muy bien narradas y podemos imaginarlas. La pantalla cuadrada redujo toda la atención hacia donde va la pelota.
En Rusia 2018, las transmisiones televisivas llegaron a su apogeo al contar con la mejor calidad de imagen. Además, ahora vemos gran parte de la cancha que nos permite estar al tanto de los movimientos tácticos. Aún así, gran parte de la atención aún está solamente en el lugar que se mueve el balón. Esto hace que nuestros comentarios sean de lo que sucedió con el esférico.
Ni la evolución de la pantalla televisiva, de tomas cerradas y cuadradas a amplias y rectangulares, ha evitado que nos concentremos solo en el movimiento de la pelota, y así convertir a un genio del balón en más genio aún. Esto también puede perjudicar a, como un ejemplo, delanteros que no meten gol, pero que su despliegue en la cancha los hacen importantes o defensas que cubren espacios.
Romelu Lukaku se ha convertido en el arma más importante del once belga. No es la estrella del equipo, pero sí una pieza clave en el trabajo sin pelota. El movimiento en el contragolpe con el que su selección le volteó el partido a Japón fue impecable. Nunca tocó el esférico, pero su actuación fue clave para conseguir el gol agónico. A esto, debemos sumar que anotó cuatro veces en Rusia 2018.
Ningún periodista ni hincha sabe más que un entrenador. Las decisiones de los técnicos son cuestionadas en muchos casos, pero si vemos más allá, podremos comprenderlas. Ricardo Gareca fue muy cuestionado al colocar a André Carrillo como titular. Gracias a su gol ante Australia, se comenzó a valorar el trabajo táctico de André desde el debut, en especial los cambios de banda con 'Orejas' Flores.
En el fútbol existen dos análisis que deben ir de la mano. El resultado y el juego, ninguno es más que otro, pero la diferencia es que el primero es el que mide la campaña de un equipo. La táctica y estilos también merecen un lugar, en especial, para entender las decisiones y disfrutar eso que más nos gusta, lo que se ve en la cancha. Si no podemos en el estadio, el bombardeo de cámaras en un partido nos ayudan. Sonriamos, que el fútbol es lindo.