Branislav Ivanovic fue una de las primeras víctimas de las mordidas de Luis Suárez. Pero no es el mejor dato para acordarse del líder y capitán de la Selección de Serbia que jugará el Mundial Rusia 2018. Para eso, y aunque por su puesto defensor no sea tan habitual, mejor es recordarse de él por dos goles, dos goles que lo llevaron a las primeras planas de los principales medios deportivos del mundo. Y también por su polifuncionalidad con la que se ganó más de una oportunidad en las canchas.
En el fútbol un partido te puede cambiar la vida. Ivanovic pasó la mayor parte de su carrera en el Chelsea, del cual salió en febrero del 2017 para fichar por el Zenit San Petersburgo de Rusia. El futbolista nacido en Sremska, antigua Yugoslavia, cobró mayor protagonismo en los 'Blues' cuando fue clave para que el equipo avance a semifinales de la Champions League y elimine al histórico Liverpool, que vivía un gran momento en el 2009.
El guerrero balcánico, de pocas oportunidades en el equipo titular de Chelsea, fue titular en el duelo de ida de cuartos de final ante los 'Reds' y anotó un doblete para colaborar con la victoria (3-1) y encarar con un mejor panorama la vuelta. Ivanovic se aprovechó de su buena potencia y marcó dos tantos de cabeza luego de dos tiros de esquina. El espíritu combativo al momento de defender, esta vez, lo usó para ir al frente y atacar.
Si bien la posición habitual de Ivanovic, que también jugó en Lokomotiv Mocú y OFK Beograd, era la defensor central, su versatilidad hizo que también sea requerido como un lateral. Y siempre cumplió con las expectativas. En el Chelsea se vio lo mejor de Branislav. Consciente de no tener una técnica vistosa para el manejo de balón, el jugador ya de 34 apeló a su potencia y buena lectura de las jugadas para proyectarse y colaborar en labores ofensivas, sin mencionar que para defender dabas muestras de su fuerza y velocidad para enfrentar a cada rival.
377 partidos con el Chelsea, en los que ha anotado 34 goles, y nueve títulos, entre ellos un título de Champions League fue el saldo de Ivanovic de su estancia en el elenco londinense. “Posee las cualidades de liderazgo que son tan importantes en un equipo que está acostumbrado a desafiar para los premios más grandes”, lo resumió la institución inglesa en su despedida en un comunicado. Así de trascendente fue, y así de trascendente espera ser en Rusia 2018, en el que jugará su segundo Mundial tras Sudáfrica 2010.