Chernobyl se ha convertido en una de las mejores series del mundo gracias a la gran puesta en escena que los actores y guionistas prepararon en una corta temporada de 5 capítulos. Sin embargo, la cereza sobre el pastel lo tiene el hecho de que está basado en hechos reales, para ser específicos en la peor catástrofe nuclear del mundo y de la historia.
Ante esto, miles de personas se cuestionan como fue posible que el gobierno de la Unión Soviética intentara ocultar lo que sucedió al mundo. "Ocultaron la gravedad del accidente desde el principio y se negaron a evacuar Kiev (la actual capital ucraniana)", comentó la periodista Irena Taranyuk a la BBC.
Hasta cierto punto, como cualquier otra ficción de la televisión, los personajes principales y en especial los antagonistas tienden a ser un poco ingenuos y ciegos: discursos antes de acabar con el héroe de un ataque, planes que fallan por detalles que pasaron por alto o simplemente situaciones inverosímiles que uno podría pensar que en la realidad no pasaría.
Chernobyl demuestra que esto no es pura ficción. La URSS intentó contener la noticia de lo que sucedió pero no pudo hacerlo por mucho tiempo. Era algo tan masivo y con repercusiones enormes para todo el territorio que al principio la negación parecía el mejor camino, pero el propio Gorbachov admitió que lo que siguió fue una serie de decisiones irresponsables de parte del gobierno.
"Hubo otro desastre nuclear (mucho más pequeño) en septiembre de 1957 en Kyshtym, en los montes Urales, cuando explotaron unos materiales radiactivos. Pero no había información en ningún lado", contó Serhii Plokhii a BBC Mundo. "Guardar silencio era un protocolo normalizado en la Unión Soviética".
Al final, la información se filtraba en los países vecinos y la Unión Soviética no pudo hacer nada para detenerlos. Se dice que Chernobyl tuvo un vínculo directo para la caída del Imperio, pero al final lo único que es cierto es que muchos hombres murieron en esa catástrofe por la inacción y desinformación de su patria.