La serie de HBO, Chernobyl, muestra lo que sucedió en el desastre nuclear de 1986 y como el gobierno de la URSS afectó la vida de millones de personas por su falta de eficacia para resolver el problema. No obstante, no muestra lo que sucedió a futuro, y por eso la historia de Igor Pavlovets es tan importante.
Él fue un bebé que nació en marzo de 1987, casi un año después de la explosión del reactor nuclear de Chernobyl. Igor es considerado uno de los tantos niños que nacieron con malformaciones o deformidades debido a la radiación que sus padres absorbieron durante el accidente.
Pero él nunca los conoció, al menos no en sus primeros años. No tuvo registros de nacimiento por todo el caos que se vivía en ese tiempo y él pensó que sus padres lo abandonaron porque le faltaba un brazo y sus piernas eran demasiado pequeñas.
Fue criado en la fundación Chernobyl Children's Lifelina y el director de la misma, Victor Mizzi, visitó el hospital donde él se encontraba. Cada día ellos cambiaban su fecha de nacimiento para evitar que se lo llevaran y su caso conmovió al mundo. En 1994 fue enviado a Reino Unido por un programa de ayuda y fue recibido por Barbara y Roy Bennett, quienes se convirtieron en sus nuevos padres.
Al cumplir los 12 años, su padre adoptivo le incitó a investigar más sobre su familia biológica. A pesar de nunca querer volver a Rusia, él descubrió que ellos siempre estuvieron en la ciudad de Minsk y su madre le contó toda la verdad.
Su madre en realidad fue obligada por el gobierno a darlo en adopción, por motivos desconocidos. Ella nunca supo en donde estaba o si siquiera había sobrevivido a sus primeros años, ya que muchos bebés nacidos en esta zona no sobrevivían.
Igor Pavlovets se convirtió con los años en la muestra viva de que todo es posible. A pesar de sus malformaciones por la radiación, él encontró el amor con Alice, una enfermera pediátrica, con la que tuvo y crió dos hijos.
Él nunca estuvo preocupado por su descendencia, ya que los doctores habían dicho que la radiación solo lo habría afectado a él en su desarrollo, pero no pasó lo mismo con sus hijos quienes mostraron en las radiografías que su crecimiento era normal y saludable.