Delonte West es un ex basquetbolista estadounidense que se hizo mundialmente famoso cuando jugaba para varios equipos de la NBA, ganaba millones de dólares y era una de las estrellas más cotizadas del mundo del deporte. Destacaba por su talento y su carrera iba en ascenso, pero todo cambió radicalmente a causa de sus problemas de salud mental: fue diagnosticado con trastorno bipolar.
El ex jugador de baloncesto se retiró del deporte en el 2012 y desde entonces ha desaparecido en gran medida de la esfera pública, a excepción de algunas fotos y videos inquietantes en los que se le ve en completo estado de abandono, deambulando por las calles.
Este lunes, a través de las redes sociales comenzó a circular dos videos del ex jugador de la NBA. En el primero, se le observa en un estado deplorable y recibiendo una brutal golpiza. Fue grabado mientras era golpeado y pateado en la cabeza por un hombre en la calle.
En un segundo video, que aparentemente fue tomado después del altercado, Delonte West está sentado en la acera, sin camisa y diciendo cosas incoherentes con las manos esposadas, mientras era interrogado por un policía a las afueras de Washington DC.
Las estremecedoras imágenes han llevado a muchos deportistas a expresar públicamente su preocupación sobre el estado de salud de Delonte West. A demás, los usuarios en las redes sociales han pedido ayuda para la ex estrella del baloncesto que por muchos años ha luchado contra el trastorno bipolar que lo llevó a la autodestrucción.
DELONTE WEST Y SU LUCHA CONTRA EL TRASTORNO BIPOLAR
En 2008, West platicó que padecía una enfermedad mental. Sufría un trastorno bipolar que alteraba su estado de ánimo. Tuvo que lidiar con la enfermedad, con épocas en que se encontraba bien y su comportamiento era satisfactorio, y episodios cíclicos que desembocaron en una serie de desmanes.
“La tristeza es una emoción humana normal. Hay un mecanismo que se activa y te permite saber que es hora de dejar de estar triste. Con el trastorno bipolar ese mecanismo no existe, por lo que ni siquiera sabes cuándo estás triste”, dijo en el 2012 en una de sus últimas intervenciones.
En otra oportunidad, la estrella de la NBA se confesó con la prensa y contó que tuvo que tomarse una pausa de sus actividades profesionales tras un violento incidente en un partido de pretemporada del 2008 en el que se enfrentó a un árbitro.
"Sentí una sensación de ira y solo quería tirar todo y abandonar el equipo", dijo a los periodistas en ese momento, a través de ESPN. "Necesitaba ayuda".
En un perfil del Washington Post de 2015, " La caída y el ascenso de Delonte West ", el ex guardia, que jugaba en la Liga de Desarrollo de la NBA en ese momento, habló sobre su historia de intentos de suicidio y luchas financieras actuales.
En el mismo artículo, West habla sobre su diagnóstico bipolar. “Soy bipolar, al igual que el resto de nosotros en el mundo”, le dijo a Rick Maese. “Entonces bipolar se define como algo triste que sucede, estás triste. Algo feliz sucede, eres feliz. Creo que casi todos en el mundo son así. Ahora hay diferentes niveles. ¿Cuánto tiempo te quedas triste? ¿Cómo afecta tu comportamiento? ¿Cómo manejas estas emociones?”.
Durante años, el mundo sabía de las luchas de West con sus problemas de salud mental. Pero eso no impidió que las redes sociales y varios compañeros del jugador de la NBA se burlaran de él y tomaran su enfermedad a la ligera. A demás, fue blanco de la prensa y estuvo envuelto en escándalos que lo fueron alejando del deporte.
DELONTE WEST: LA AUTODESTRUCCIÓN DE LA ESTRELLA DE LA NBA
El trastorno bipolar que sufre Delonte West lo ha llevado a la autodestrucción. La estrella de la NBA ha estado envuelta en la polémica por varios actos violentos que ha protagonizado. Ahora, vive en las calles y su estado físico revela la situación extrema en la que se encuentra.
Nacido en Washington y tras su etapa en el Saint Joseph’s College, fue elegido en el puesto 24 del ‘draft’ de 2004 por los Celtics. Jugó en Boston sus tres primeras temporadas en la NBA, luego jugó con Seattle, Cleveland, donde fue compañero de LeBron James y alcanzó su mejor clasificación con la final de la Conferencia Este en 2009, para después regresar una temporada a los Celtics y otra, la 2011-2012, a Dallas.
Fue la última. Cuando iba a dar inicio la siguiente, en octubre, algo grave sucedió en el vestuario. Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de sus compañeros y de su entrenador, Rick Carlisle. Los Mavericks lo despidieron.
En 2010, cuando jugaba en los Cavaliers, fue detenido por la policía por haber cometido una infracción de tráfico. Y cuando registraron sus pertenencias encontraron dos revólveres y un fusil escondidos en la funda de una guitarra. Un año después fue condenado a arresto domiciliario y la NBA le sancionó con 10 partidos.
En febrero de 2012, según explicó después él mismo, no pudo costearse el pago de un apartamento en dallas y durmió varias noches en el vestuario de los Mavericks y también en su coche.
Después, tuvo que trabajar en una tienda de muebles en Maryland y vender sus coches y sus joyas. “Todo lo que poseía, excepto mi casa y mi ropa”, explicó en el Dallas Morning News.
En sus ocho temporadas en la NBA ganó un total de 16,2 millones de dólares, 14,6 millones de euros, una cifra que, de no haber sido por sus problemas de salud, hubiera sido muy superior.
Ahora, la simpatía generalizada por West contrasta con las risas que una vez se emitieron a su costa. Tras ver la situación de abandono en la que se encuentra, Dez Bryant y Jameer Nelson aseguraron que buscarán la manera de apoyarlo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 9% de la población sufre algún problema de salud mental y el 25% lo sufrirá en algún momento a lo largo de su vida.