Los miembros de las tripulaciones de los aviones suelen ver muchas cosas en su trabajo: desde celebridades hasta gente al borde de un ataque de pánico a causa de las turbulencias. Sin embargo, una experimentada azafata vio en estos días un conmovedor hecho. Así lo relató Leah Amy, una mujer de Inglaterra, y que labora para la aerolínea Virgin Atlantic Airways, en un post que se hizo viral en Facebook.
“De los cientos de vuelos que me han tocado trabajar, siempre he tenido el placer de atender a futbolistas, a supermodelos y a algunas estrellas de cine de Hollywood, pero déjenme contarles acerca de mis dos pasajeros favoritos de todos”, escribió en su publicación. “Ellos son Jack y Violet (ojalá ella se llamara Vera o Rose)”, añadió haciendo una jocosa referencia a la recordada pareja de la mítica película Titanic.
“Jack y su familia compraron los asientos en la cabina de clase alta para un vuelo desde Nueva York (a Londres), pero cuando subió a la aeronave, el hombre encontró a Violet en la zona económica y cambió su lugar con ella”, explicó Amy.
“Entonces, él se sentó en la fila de asientos que se encuentran directamente a un lado de la zona de baños y nunca hizo ningún gesto ni pidió nada el resto del vuelo. Nada de aspavientos, nada de atención, literalmente lo hizo por la pura bondad de su propio corazón, nadie le pidió que lo hiciera”, contó.
El vuelo directo entre la capital inglesa y la ciudad estadounidense tiene una duración de poco más de ocho horas. Violet, de acuerdo con el relato del personal de Virgin Atlantic, tiene 88 años y ha trabajado como enfermera tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos.
“La señora usualmente viaja a Nueva York para ver a su hija, pero no había podido visitarla durante un buen tiempo debido a que tuvo que someterse a una cirugía de reemplazo en la rodilla”, declaró Amy. “Su sueño siempre había sido sentarse al frente del avión, y Jack hizo esto posible”, indicó.
"Tendrían que haber visto su cara cuando le puse una manta encima para que durmiera un rato después de la cena. La señora me dijo que su hija nunca creería la experiencia que estaba viviendo, y que quería tomarse una selfie para poder tener una prueba”, contó la azafata.
“Sin embargo, no tenía ni un teléfono móvil ni una dirección de correo electrónico. Estas fotos (las que compartió a través de su cuenta de Facebook) serán enviadas a través del correo regular, ¿pueden siquiera entender esto?”, concluyó Amy.
En las imágenes, que fueron comentadas miles de veces en Facebook, se puede ver a la octogenaria Violet con el joven Jack a bordo del avión, ambos sonrientes, así como el momento que Amy narró, cuando después de la cena la mujer se tapó con una frazada para descansar. Además, la azafata y el resto de su equipo se tomaron una foto con la señora, que lucía bastante emocionada de viajar en primera clase.