Una fiesta de más de 200 personas, celebrada en una finca del municipio de Novelda ha causado indignación en España. Los asistentes consumieron alcohol en gran cantidad, bailaron en los tejados, no llevaron mascarillas y tampoco respetaron el distanciamiento social. Todo esto en uno de los diez países más afectados por la pandemia de coronavirus (COVID-19).
“No había ningún control, ni medidas de seguridad, ni seguro, ni ningún tipo de control sanitario de la bebida, aunque se cobraba entrada para acceder, por lo que vamos a proceder contra el propietario”, declaró Rafael Sarrió, intendente de la Policía Local de Novelda.
Los propietarios de la zona y las redes sociales fueron los que denunciaron este hecho debido al alto volumen de la música, pero cuando los agentes locales y autonómicos se acercaron al lugar, se les impidió el paso.
“Acudimos para comprobar si había autorización para celebrar la fiesta, pero el dueño no nos dejó acceder. Hemos levantado un acta por una falta muy grave al impedir la labor instructora de la policía”, explicó Sarrió.
Mientras tanto, en las calles, la gente ya ha mostrado su malestar. “Hemos pasado una cuarentena muy fuerte, no es plan de estar así”, expresa una española ante las cámaras de la Agencia Atlas. “Es una locura”, declara por su parte una señora.
Los videos publicados en las redes sociales -que se han vuelto viral- ya se encuentra en manos de la policía para la respectiva investigación. Ximo Mira, concejal de Seguridad Ciudadana de Novelda, aseguró que “estos hechos deben de ser perseguidos y castigados”.
Y agregó que “se trata de una falta de respeto y consideración a las familias que han perdido seres queridos y a aquellos que han luchado en primera línea contra la pandemia. El virus sigue aquí. No nos podemos permitir estas actitudes, ni muchos menos tener un brote y volver al inicio”.
Lugar de un homicidio
Lo que también ha llamado la atención de este hecho es que la finca en donde se celebró esta fiesta fue el escenario de un tráfico suceso. En ese lugar, Francisco Berasaluce y Susanne Brensing fueron asesinados el 12 de abril de 2010 por unos ladrones se origen humano quienes entraron a la vivienda para llevarse 120 mil euros.
Ambos son los abuelos de la persona que está siendo investigada por la fiesta ilegal.
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