Cualquier intento de acercarse a él era recibido con un ladrido o un intento de ataque. “Las manos humanas significaban dolor y golpes hasta entonces”, explicó uno de sus rescatistas. (Foto: Takis Shelter non profit organisation / Facebook)
Cualquier intento de acercarse a él era recibido con un ladrido o un intento de ataque. “Las manos humanas significaban dolor y golpes hasta entonces”, explicó uno de sus rescatistas. (Foto: Takis Shelter non profit organisation / Facebook)

A través de las , se dio a conocer la historia de Phoenix, un que había sido maltratado toda su vida y que reaccionaba violentamente al tener contacto con humanos; sin embargo, todo cambió cuando la organización Takis Shelter conoció su caso. Su emocionante transformación se volvió tendencia y desató toda clase de reacciones entre los usuarios de Internet.

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Como podrás observar en las imágenes, todo empezó cuando los rescatistas recibieron la denuncia del can en cuestión. Varias personas alertaron a la policía de la presencia de un perro que era constantemente maltratado y que se comportaba agresivamente.

Tras acercarse al lugar, la policía lo encontró encadenado y desnutrido, pero sobre todo muy violento, lo que era un claro indicio de que el animal había sido tratado muy mal la mayor parte del tiempo que vivió en esa casa de Creta (Grecia).

Los agentes se comunicaron con Takis Shelter y estos, sin dudarlo, se mostraron dispuestos a recibirlo para llevarlo a su refugio; no obstante, lograrlo no iba a ser para nada fácil debido a la complicada actitud del perro.

El clip subido a Facebook demuestra que el can no quería salir de la jaula en la que había sido puesto. Cualquier intento de acercarse a él era recibido con un ladrido o un intento de ataque. “Las manos humanas significaban dolor y golpes hasta entonces”, explicó uno de los rescatistas.

Luego de varias horas, se comprobó que el animal no era violento. Y es que respondió tiernamente a las acaricias del voluntario que no pudo evitar emocionarse tras el hecho. El perro bajó la cabeza, dejó esa mirada desafiante e, incluso, se animó a darle la pata al rescatista.

Finalmente se muestra el radical cambió en su comportamiento. Ahora, Phoenix, nombre con el que fue bautizado, se llevaba bien no solamente con humanos, sino también con sus compañeros del refugio e incluso con gatos.

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