Hacer deporte trae beneficios a la vida de quien lo practica, no solo en el aspecto físico y funcional, sino también fortalece las capacidades cognitivas y emocionales. En el marco del Día Internacional del Deporte Universitario, Giancarlo Becerra, director de la carrera de Terapia Física y de la carrera de Ciencias de la Actividad Física y Deporte de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), comparte perspectivas sobre cómo el deporte impacta a los estudiantes y los desafíos que enfrentan los atletas.
Para Becerra, la práctica deportiva es esencial para el desarrollo integral de los estudiantes. “El deporte no solo fortalece el cuerpo, sino que también estimula el cerebro y los hábitos saludables, fortaleciendo las habilidades de gestión del tiempo, la concentración y la sensación de bienestar general”, afirma. Además, destaca que el ejercicio regular actúa como un potente alivio contra el estrés, promoviendo un estado emocional más equilibrado que facilita el rendimiento académico.
Uno de los problemas más comunes en la vida de los estudiantes es poder encontrar un equilibrio entre la vida académica y los tiempos para hacer deporte. Es por esto que se recomienda tener una mirada flexible y ajustar la intensidad de los entrenamientos durante los períodos de alta carga académica para evitar el agotamiento. Asimismo, aconseja que los estudiantes mantengan una rutina de al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana, adaptada a sus circunstancias individuales, para maximizar los beneficios del deporte sin comprometer su desempeño académico.
“Es importante que las universidades promuevan una cultura de bienestar ofreciendo una amplia gama de actividades deportivas y asegurando que las instalaciones sean modernas, bien ambientadas y limpias de forma que los estudiantes se sientan motivados a asistir”, señala Becerra.
Agregó que los eventos deportivos inclusivos como torneos y competiciones internas ayudan a que más estudiantes se involucren y a fortalecer el sentido de comunidad en el campus. Estas estrategias no solo impulsan la participación, sino que también crean un ambiente más unido y estimulante para todos.
Comprometerse con el deporte no debería ser una razón para que el rendimiento académico baje. Para los estudiantes de alto rendimiento, la gestión del tiempo y el uso de recursos universitarios, como tutorías académicas y apoyo psicológico, son importantes para manejar sus múltiples responsabilidades y evitar el agotamiento físico y mental. Estas herramientas ayudan a equilibrar las demandas del deporte con las exigencias académicas y no crear una circunstancia de estrés en los estudiantes.
Para inspirar a más jóvenes universitarios a integrar el deporte en sus vidas, Becerra propone que las universidades ofrezcan programas deportivos diversos y accesibles, junto con incentivos como becas y créditos académicos. Estas iniciativas enriquecen la experiencia universitaria y fomentan un estilo de vida activo y equilibrado.
El Día Internacional del Deporte Universitario nos recuerda que el deporte es una pieza fundamental en la formación integral de los alumnos. La promoción del deporte es un compromiso continuo para apoyar tanto el desarrollo académico como el bienestar personal de los jóvenes.