Gabriel Porras como el agente Mejía durante la primera temporada de "El señor de los cielos" (Foto: Telemundo)
Gabriel Porras como el agente Mejía durante la primera temporada de "El señor de los cielos" (Foto: Telemundo)

Los actores no suelen tener un trabajo estable a diferencia de otros profesionales, pues son convocados para determinados proyectos, que se terminan y luego tienen que esperar a ser llamados para una nueva producción, ya sea en televisión o para el cine. La vida de estas personas es y será un tanto insegura, pero es la que eligieron y la que, a muchos de ellos, le ha sonreído debido a todo lo que han conseguido a lo largo de los años, mientras que otros sí son más afectados y sufren la dureza del olvido y de no tener empleo, como lo que le sucedió a .

El actor mexicano que empezó a hacerse notar en telenovelas de su país llegó a Estados Unidos para continuar trabajado, principalmente en Telemundo e incluso firmó un contrato de exclusividad allí por un determinado tiempo. Participó en algunas producciones muy conocidas como “Sin senos no hay paraíso”, “El señor de los cielos”, “¿Dónde está Elisa?”, “La reina del sur” y muchas más, pero de un momento a otro ya no conseguía personajes en ninguna ficción, por más que realizaba varios castings. Su pasión se estaba alejando de su vida y él necesitaba pagar deudas y demás.

Es por ello que se vio en la obligación de tomar una decisión respecto a su vida y el camino que elegiría para ganar dinero y continuar pagando sus facturas y subsistiendo. Luego de hacer un estudio de todo lo que podía hacer, eligió convertirse en bartender y así ganarse el dinero que tanto le hacía falta. Precisamente, la historia de todo ese momento que vivió la contó en el programa “Desiguales” de Univision, espacio televisivo que está conducido por cinco grandes mujeres: Adamari López, Karina Banda, Amara La Negra, Migbelis Castellanos y la Dra. Nancy Álvarez.

El actor Gabriel Porras en su personaje de Marco Mejía en la primera temporada de "El señor de los cielos" (Foto: Telemundo)
El actor Gabriel Porras en su personaje de Marco Mejía en la primera temporada de "El señor de los cielos" (Foto: Telemundo)

LA COMPLICADA DECISIÓN DE ALEJARSE DE LA ACTUACIÓN

El actor Gabriel Porras estaba acostumbrado a terminar una telenovela y esperar que se aproxime un nuevo proyecto, ya que estaba en el mejor momento de su carrera. Sin embargo, un día esto dejó de ocurrir y ya nadie lo llamada. Por más que seguía haciendo audiciones para algunos trabajos, no quedaba para interpretar a ningún personaje, por lo que se estaba quedando sin dinero y el tiempo apremiaba, teniendo en cuenta todo lo que había que pagar.

En todo el tiempo que esperaba llamado, porras reconoció que era momento de mirar hacia otro lado. Y es así que evaluó la situación y llegó a la conclusión de que podía dedicarse a ser bartender, por lo que estudió un curso y luego llegó a conseguir un trabajo en Cuba, donde comenzó a ganar dinero.

“Es lo más difícil cuando estás en casa esperando esa llamada famosa que esperamos los actores para el siguiente protagónico y resulta que no llega; y pasa un año y no llega; y pasan 2 años y no llega; pasa el tercer año y sigues haciendo castings y no sucede nada. Dices: ‘hay dos posibilidades: o que yo diga que soy un terrible actor y que no fui bueno y que me eche tierra para abajo o pensar que las circunstancias no están bien ahorita para mí como actor’. Pero mi cuerpo y mi mente siguen vivas y tengo que pagar las facturas, los impuestos, todo lo que hay que pagar, entonces pues a tomar la decisión. ¿Qué hago?, ¿qué actividad podría realizar yo que soy actor que no me hiciera sentir mal? Entonces dije que los actores siempre fuimos meseros o bartenders antes de poder conseguir la fama, así que a lo mejor yendo por ese lado. Y que me meto a estudiar un curso de bartending”, reconoció el actor, quien también añadió que los cubanos eran muy buenos y en una noche podía sacar hasta 300 dólares en solo propinas.

Eso sí, Gabriel Porras indicó también que muchas personas lo reconocían cuando trabajaba por todas sus interpretaciones en varias telenovelas. Asimismo, el actor aseveró que no tenía problema con que compañeros o directivos de canales lo vean, ya que quizá esa ese encuentro puede determinar una futura oportunidad en otra telenovela.

SER BARTENDER FUE MUY COMPLICADO

Si bien comenzó a irle bien, Porras también aseguró que trabajar como bartender era muy complicado y cansado, pues había que trasladar grandes cantidades de hielo, limpiar cada espacio, ordenar botellas y, prácticamente, no había ni un solo momento de descanso. Es más, no podía ni usar el celular porque siempre le mandaban a ayudar con algo.

“Yo respeto a los meseros y los bartenders como ustedes no tienen ni idea, es un trabajo durísimo. Lo de menos es mezclar bebidas, hay que cargar toneladas de hielo para poder poner las bebidas, todo lo que ustedes ven en los restaurantes las botellas acomodadas bonitas todas esas botellas se acomodan y se guardan todos los días, todos los días se limpia todo y si el mánager te ve que estás así paradito te pone a hacer algo, no puedes utilizar el teléfono, no te puedes sentar”, añadió.

Ante toda esa situación, Gabriel Porras llegó a derramar unas cuantas lágrimas, tener dolor de cuerpo y sentir que no estaba en lo suyo, que se estaba perdiendo. Es por ello que tomó otra decisión: aguantar los tres meses y luego ver qué pasa. Efectivamente, el actor trabajó ese periodo de tiempo y después regreso a trabajar en actuación, específicamente en obras de teatro pequeñas, ya que así se sentía realizando lo suyo.

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