Croacia, el especialista en prórrogas de Luka Modric que acabó con la alegría brasileña de Neymar

Allí es donde aparece la resiliencia, la entereza para conseguir resultados positivos de situaciones adversas que, de alguna u otra forma, lo demuestran hoy en un campo de fútbol, tal cual sucedió en Rusia 2018, que la llevó al subcampeonato, y a Modric a ganar el Balón de Oro. Cuando parece perdida, y es sometida a un brutal ejercicio de supervivencia en tiempos suplementarios y penales, incluso, ante rivales de mayor peso, Croacia se vuelve ‘inmortal’ y se da el lujo de obligar a tomar el avión a la superfavorita Brasil de Neymar y compañía. Croacia es la primera semifinalista de Qatar.

La tropa croata parecía abandonada como si estuviera en un desierto qatarí, sin brújula, sin combustible y sin agua, tras el golazo de Neymar a los 106′, que hasta ese momento lo convertía en candidato al Balón de Oro en Qatar e igualaba a Pelé como artillero histórico del ‘Scratch’ (77). Pero de la manera más insospechada, en una contra letal liderada por Modric y sentenciada por Bruno Petkovic (117′), Croacia empató y mandó el partido a los penales. Allí, Dominik Livakovic, arquero de 27 años del Dinamo Zagreb y ya ‘seducido’ por varios gigantes europeos, hizo su enésimo milagro en el estadio Education City, atajando el disparo de Rodrygo, dejando en claro el hambre balcánico por seguir haciendo historia y firmar un legado imborrable, más allá de lo que le depare el futuro.

Croacia 2.0

Por más que pasaron cuatro años, aún quedan recuerdos de los hechos heroicos de Croacia en Rusia 2018, donde superó tres prórrogas, con dos tandas de penales incluidas (ante Dinamarca y Rusia), para llegar a la final, su tope histórico en la Copa del Mundo, que hoy sueña con poder mejorar. Allí, además de Modric, Mario Mandzukic e Ivan Rakitic, el primero ya retirado, mientras que el segundo renunció al equipo en setiembre, eran los líderes del ‘once’ del DT Zlatko Dalic, quien viene llevando al límite a la mejor generación croata de la historia y después de la victoria ante la ‘Canarinha’, confesó: “Somos croatas y nunca vamos a dejar de luchar”, confirmando ese coraje forjado en medio de golpes que sufrió su pueblo a través de distintas generaciones.

Hoy, también de la mano de Modric y otros referentes, se suman Gvuardiol, Sosa, Juranovic, Pasalic, Barisic y Majer, quienes no estuvieron en Rusia 2018, pero tampoco temen la caída cuando bordean el abismo. Un equipo acostumbrado a estos contextos, que va de prórroga en prórroga hasta la victoria final. Croacia llegó al alargue en nueve de sus últimos 10 partidos de eliminación directa, contando Eurocopa y Mundial, la única excepción desde la ‘Euro’ 2008 es la final de Rusia 2018 en la que Francia lo venció por 4-2 en los 90 minutos. En Qatar van dos de dos, contra Japón en octavos con exhibición de Livakovic, y la explosión de cuartos ante la Brasil de Tite, favorita para la conquista del título. En resumen: cinco de cinco en tiempos extra en la Copa del Mundo.

Será la tercera vez que Croacia dispute las semifinales en la Copa del Mundo, teniendo el registro de una derrota y una victoria. La primera ante Francia (2-1) en Francia 1998, y la segunda contra Inglaterra (2-1) en Rusia 2018, en tiempo extra. “Muy contento por estar en otra semifinal después de cuatro años. Es impresionante. Estuvimos casi perdidos, nos dieron por muertos, pero hemos mostrado una vez más que nunca nos rendimos. Teníamos confianza en celebrar de nuevo en la tanda. Cuando marcas y uno de ellos falla, teníamos la mentalidad de ganar”, sentenció Modric, elegido la figura del partido.

Decepción y despedidas

Ahora resulta difícil de entender, pero Brasil no hizo desmerecimientos para perderse las semifinales por segunda vez consecutiva, más allá de las cuestionables decisiones de Tite, como sacar a Vinícius Júnior a los 64′. De hecho, Livakovic llegó al suplementario con diez paradas, varias de ellas milagrosas, contra ninguna de Alisson, lo que evidencia la superioridad brasileña en gran parte del duelo. El tanto de ‘Ney’ será lo más recordado de Qatar para los brasileños: una doble pared en territorio croata, zigzagueo, dribleo al arquero y a cobrar. Fue, sin duda, no solo uno de los mejores goles del actual certamen, sino de la historia de los mundiales.

“Tengo que ver lo que pasará en el futuro, pero está claro que no estaré para el próximo Mundial. Difícil, muy difícil, encontrar palabras para consolarnos en este momento. Hay que intentar encontrar fuerzas para seguir, por más que sea durísimo. Algunos se quedarán, otros verán, pero espero que se dejen cosas importantes para que estos niños puedan seguir”, aseguró ‘Ney’, quien acabó en un llanto que evidencia el desconsuelo de una vieja fatal racha ante los europeos.

La ‘Canarinha’ no supera a un rival de esa zona en partido de eliminación directa de la Copa del Mundo desde hace 20 años. “Dolor de derrota, pero en paz. Como dije, acabó mi ciclo. Lo dije hace más de un año y medio. No soy un hombre de dos palabras. Los que me conocen saben”, dijo Tite. Por otra parte, explicó la razón por la cual ‘Ney’ no disparó primero en la ‘ruleta rusa’ y sí Rodrygo, de 21 años, quien erró. “Lo reservé para el quinto penal porque el quinto es el decisivo. Es el de mayor presión y él es el jugador de más calidad para lanzarlo”, finalizó. De esta manera, la inmortal Croacia pasó a la ilustre lista de fantasmas de pesadillas brasileñas, y también apunta a ser el de las argentinas en las semifinales.

• Los últimos partidos de eliminación directa de Brasil contra europeos en mundiales

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