¿Cómo describir a Rusia 2018 en una palabra? Inolvidable. La Selección Peruana dijo presente en un Mundial tras una larga ausencia y cumplió el sueño de todo un país. La rápida eliminación no borrará el recuerdo de la marea de hinchas que viajaron para pintar de blanco y rojo cada rincón del país de Putin, y convirtiendo a varios rusos en nuevos hinchas de la bicolor. Fue lo más parecido a una colonización gracias al fútbol.
Odiábamos cantar el Himno Nacional en el colegio, pero la letra escrita por de José de la Torre Ugarte sonó más fuerte que nunca en las dos últimas semanas de junio. Se perfilaba como protagonista, pero apareció un inesperado rival. El 'Contigo Perú' hizo emocionar a los miles de peruanos en los estadios, muchos de ellos lejos de nuestro país hace varios años por un futuro mejor. La voz del 'Zambo' Cavero tuvo un eco de mucho sentimiento.
La marea blanquirroja conquistó las pequeñas calles de Saransk la tarde del sábado 21 de junio, pero Dinamarca se quedó con el premio mayor. Un desborde de Poulsen por izquierda silenció el Mordovia Arena, que parecía el Estadio Nacional. Eso sí, para la mayoría el partido acabó a los 44 minutos cuando Christian Cueva erró un disparo desde los doce pasos. Hasta ahora es nuestra 'jugada' más recordada en Rusia 2018.
Cinco día después, ni la fuerte lluvia y viento en Ekaterimburgo impidieron que los hinchas peruanos alienten de inicio a fin. Una mala salida de Paolo Guerrero abrió la puerta para el gol de Francia, en el mismo arco en que un derechazo de Pedro Aquino casi rompe décadas sin algún gol peruano en Mundiales. La ilusión de Perú acabó rápidamente con los dos 1-0 en contra de los europeos.
La calurosa Sochi fue elegida por el destino como la, hasta ahora, última ciudad que vio jugar a Perú en un Mundial. En medio de las playas y frente al Mar Negro, la bicolor pudo celebrar su primer triunfo en este torneo luego de la goleada ante Irán en 1978. El gol de André Carrillo retornó a los mayores de 40 años por un rato a su infancia y le regaló un recuerdo imborrable a los niños de ahora.
Paolo Guerrero le tomó la posta a Guillermo La Rosa como último peruano que anotó en la Copa del Mundo. Mientras celebraba, todo lo que vivió luego del partido ante Colombia pasaba por su mente, y quizás por la de varios peruanos más. El triunfo tuvo un valor simbólico para todo un país que esperó demasiado por esta experiencia.
El paso de Perú fue efímero, pero dejó una grata impresión ante los ojos del mundo. Ya subimos al nivel más alto del balompié, y ahora la misión es no bajar de allí. Más allá de los nombres, la Selección Peruana debe seguir la misma línea de trabajo para que asistir a un Mundial no sea un accidente, sino una costumbre. Que no pasen otros cuarenta años más, la marea rojiblanca también debe estar presente en Qatar 2022. Que sigan los éxitos.
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