Si preguntamos a algún asesor de imagen sobre el prototipo del hombre exitoso, nos dirá que tiene el cabello corto, viste el más fino terno y sonríe cada segundo. Aun así Ricardo Gareca no cumple ninguno de estos requisitos, es el hombre más querido en cada rincón del Perú. Su continuidad o no en la Selección Peruana no es un tema de debate, sino de una afirmación unánime: que se quede.
El 'Tigre' ha pedido tiempo para pensar, ya no con los dedos sobre las sienes. Como cualquier persona en el mundo, hay diversos factores que influirán en su decisión como su familia, un sueldo mayor, mejores condiciones de trabajo y un largo etcétera. Trabajar y vivir en el Perú, en especial en el rubro del fútbol, desgasta a cualquiera, y Gareca cumplirá cuatro años en ese trajín.
Existe, quizás, otro factor determinante para seguir, uno que no vemos pero lo vivimos. ¿Qué pasaría si la bicolor tiene otra racha de malos resultados como al inicio de su proceso? Las críticas, constructivas o no, volverán a retumbar en los oídos del argentino, quien sabe que cualquier paso en falso en estos cuatro años pueden demoler el altar en el que está en nuestra sociedad.
Sin ir más lejos en una radiografía del hincha peruano, lapidar a un entrenador que tres o dos meses antes sacó campeón a un equipo es casi una costumbre nacional. En diciembre todo es alegría en la vuelta olímpica, y en marzo la opinión es una sola en caso de algunas derrotas seguidas, que el técnico deje el cargo porque la relación ya está desgastada, que el trabajo ya no es el mismo y bla bla bla.
Marcos Calderón es el entrenador peruano más exitoso de la historia. A inicios de 1981, pocos años después de sacar a Perú campeón de la Copa América y clasificar al Mundial de Argentina, el 'Chueco' decidió renunciar para no volver jamás porque las críticas en su contra eran insostenibles, pese a su laureado paso en la bicolor. Ya antes había tomado esa decisión dos veces, pues la opinión pública jamás fue de la mano con él.
En otro caso, Didí dejó a la Selección Peruana luego de México 1970 y jamás dejó su lugar en el corazón de los hinchas hasta su muerte en 2001. Aún hoy, el brasileño es considerado como el mejor entrenador de Perú en la historia, una que pudo ser distinta si hubiera decidido seguir en el cargo. ¿Cuál será la decisión de Gareca? Sea la que fuese, debemos seguir apoyando a la bicolor.