Las épocas en que veíamos a la Selección Peruana hasta con cólera parecen ya lejanas. Muchos pasamos nuestra época escolar con el 'jugamos como siempre, perdimos como siempre" pasando por las 'derrotas morales', y el disparo fallado de Andrés Mendoza ante Ecuador, esas cosas que te enamoraban y hacían odiar a la vez a la bicolor. Todo ese sufrimiento quedará atrás cuando se de inicio al Perú-Dinamarca este sábado.
Hemos hasta perdido la cuenta de los partidos. Hay personas que nacieron justo el mismo día y su sufrimiento ha sido, literalmente, de toda su vida. Otros llegamos la mundo después, pero los acompañamos en su dolor por la bicolor. La clasificación a Rusia 2018 nos hizo creer que los milagros existen, en especial luego de tanto tiempo de espera.
Desde aquel fatídico 22 de junio de 1982, donde nos despedimos de los Mundiales en la terrible derrota por 5-1 ante Polonia hasta el partido ante Dinamarca, jugamos 362 veces con la esperanza de regresar a una Copa del Mundo. Felizmente, este trágico conteo encontró su final cuando Jefferson Farfán pulverizó el arco neozelandés hace seis meses exactos.
Nuestros abuelos y tatarabuelos esperaron cuarenta años, entre Uruguay 1930 hasta México 1970, para cantar nuestro himno en un Mundial. Dentro de unas horas los haremos nosotros, recordando en cada palabra esos momentos en que sufrimos, lloramos, nos alegramos e ilusionamos por la Selección Peruana. Seámoslo siempre, pero protagonistas en el balompié.